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Foto del escritorCésar Augusto Carballo Mena

Oscar Ermida Uriarte

Actualizado: 5 may 2020

Hace poco, en una charla telemática organizada por el Departamento de Derecho Social de la Universidad Católica Andres Bello (UCAB), rememoré –apresuradamente- las circunstancias en que conocí al catedrático uruguayo Oscar Ermida Uriarte, y cómo este –con su proverbial bonhomía- impulsó la amistad que mantengo –desde 1990- con Wilfredo Sanguineti Raymond, catedrático de la Universidad de Salamanca:


En 1990 era yo un abogado con poco más de un año de graduado que, por suerte, había descubierto su más nítida vocación profesional y, consecuentemente, cursaba estudios de especialización en Derecho del Trabajo en la UCAB, mi alma mater.


En ese año –no alcanzo a recordar la fecha exacta- se escenificó en Caracas, en la sede la Procuraduría General de la República, el VI Curso Internacional de Derecho Comparado del Trabajo, coordinado por Humberto Villasmil Prieto, mi profesor de Derecho del Trabajo en la UCAB, por quien me hice laboralista, y -actualmente- amigo fraterno[1].


Uno de los ponentes extranjeros era el catedrático uruguayo y funcionario de la Organización Internacional del Trabajo, Oscar Ermida Uriarte. En alguna pausa del evento me lo topé en el ascensor. Los dos solos y silentes. Haciendo de tripas corazón, maniaté mi timidez inconmovible para felicitarlo por su brillante exposición. Le mencioné –además- que había leído –con suprema admiración- Empresas multinacionales y derecho laboral[2]. Me escuchó atentamente, con su incontrovertible estampa de caballero, agradeció el comentario, y se mostró interesado en saber cómo su libro había llegado a mis manos. Le expliqué que una copia fotostática me había sido facilitada por -su coterráneo- Osvaldo Mantero de San Vicente, uno de mis más entrañables maestros en la UCAB. Salimos del ascensor, me pidió una tarjeta personal, la guardó en uno de los bolsillos de su chaqueta, y se despidió afectuosamente.


Al otro día, en el mismo escenario, se acercó paraobsequiarme tres libros de su autoría: La protección contra los actos antisindicales[3], Sindicatos en libertad sindical[4], y Modificación de condiciones de trabajo por el empleador[5]. Aunque de pequeño formato, estaban repletos de ideas originales, expuestas con extrema sencillez, sin imposturas ni onanismos leguleyos, todos estampados con una amable dedicatoria. Esos libros –en particular los dos primeros- habrían de influenciar hondamente mi carrera docente.


En el acto de clausura del Curso, sentado a mi lado, el Prof. Ermida me dirigió una pregunta que me hizo naufragar en un mar de perplejidades.


–¿Cuál es tu línea de investigación?


En realidad, en ese tiempo, para decirlo claro, mi línea de investigación consistía en descubrir y experimentar algún método medianamente idóneo para ganarme la vida y disfrutar moderadamente de algunos mínimos placeres.


Consciente de que una respuesta de tal calaña habría defraudado, hasta el llanto, a mi interlocutor, opté por hilvanar, al amparo de la musa Calíope y sin balbucear, una mentira sincera[6] y afortunada.


–Estoy investigando sobre conductas antisindicales.


Qué bien, te pondré en contacto con un joven peruano que está desarrollando su tesis doctoral sobre ese tema en la Universidad de Salamanca.


Al tiempo recibí una carta –popular medio de comunicación en aquel prolongado y oscuro período de sellos postales y venáticos carteros que precedió al internet- suscrita por Wilfredo Sanguineti Raymond, el peruano que se doctoraba en España. Me escribía atendiendo a la solicitud del Prof. Ermida Uriarte, poniéndose a la orden para apoyar “mi investigación”, y prometiendo remitir su tesis doctoral tan pronto la culminase.


Algunos meses más tarde llegó a mi casa un voluminoso ejemplar de Lesión de la libertad sindical y comportamientos antisindicales[7].


Wilfredo y yo trabamos de inmediato una cálida y sincera amistad epistolar. Diez años después nos conocimos personalmente –y brindamos por ello- en el V Congreso Regional Americano de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social celebrado en Lima (2001), donde participé como ponente por invitación de Mario Pasco Cosmópolis. Escribimos Derechos fundamentales del trabajador y libertad de empresa[8] y, juntos también, coordinamos Tercerización empresarial en América Latina: perspectiva laboralista[9].


En 2001, el mismo año en que conocí personalmente a Wilfredo Sanguineti, publiqué Delimitación del contrato de trabajo[10], cuyo prólogo fue escrito –para mi eterna honra- por Oscar Ermida Uriarte. Allí el maestro sostuvo - muy relevantemente para estos días cuando mensajeros y conductores de empresas digitales son calificados como trabajadores autónomos- que “usados con buena voluntad, los instrumentos del Derecho del Trabajo pueden abarcar o atrapar, «laboralizándolos», a los diversos «fugados» o «expulsados» del ámbito de aplicación del contrato o relación de trabajo. Subordinación jurídica, dependencia económica, ajenidad, subcontratación e intermediación, simulación, primacía de la realidad, conjunto económico y grupo de empresas, son todos instrumentos que, de ser utilizados sin inhibiciones, pueden, perfectamente, dar cuenta de la laboralidad de muchas de las nuevas (o no tanto) modalidades”.


Oscar Ermida Uriarte, siempre lúcido e inspirador, incontrovertible caballero, murió en Montevideo el 7 de junio de 2011. Su obra y ejemplo siguen orientando al iuslaboralismo latinoamericano.


Ermida, Mantero, Villasmil, Pasco, Sanguineti…mi patria es un enjambre de afectos.



[1] Juntos hemos publicado cuatro libros: (i) Tripartismo y Derecho del Trabajo: la reforma laboral de 1997, UCAB, Caracas, 1998; (ii) Diálogo y concertación social en Venezuela, UCAB-Centauro, Caracas, 1998 | Consejo Económico y Social, Madrid, 1999; (iii) Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento: anotado y concordado, UCAB, Caracas, 1999; y (iv) Recomendación 198 OIT sobre la relación de trabajo, UCAB, Caracas, 2016 | Universidad Libre, Bogotá, 2019. [2] Ediciones jurídicas Amalio N. Fernández, Montevideo, 1981. [3] Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 1987. [4] 2ª edición, Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 1988. [5] Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 1989. [6] “No conozco a nadie que mienta como tú, con tanta disciplina, precisión y sinceridad” (Enrique Bunbury, puta desagradecida, EMI, 2006). [7] Premio Trabajo y Seguridad Social de Tesis Doctorales, dotado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de España (1992). [8] UCAB, Caracas, 2014 | Fundación de Cultura Universitaria-Fundación Electra, Montevideo, 2018. [9] Palestra, Lima, 2019. [10] UCAB, Caracas, 2001.

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